Quiromasaje es una técnica terapéutica manual que consiste en manipular los tejidos blandos del cuerpo para aliviar el dolor, reducir el estrés y la tensión y mejorar el bienestar general. Los masajistas utilizan diversas técnicas como amasamientos, fricciones y presiones para tratar los músculos, tendones, ligamentos y otros tejidos blandos del cuerpo. La terapia de masaje puede utilizarse para tratar una amplia gama de problemas como dolor muscular, rigidez y agujetas, así como para mejorar la circulación, reducir el estrés y la ansiedad y promover la relajación.

El tipo de masaje que debe elegir depende de sus necesidades y preferencias individuales. Puede informarse sobre cada tipo de masaje en la pestaña Servicios haciendo clic en Leer más. Lo mejor es consultar con un masajista para determinar qué tipo de masaje se adapta mejor a sus necesidades y preferencias específicas.

Durante una sesión de masaje, se tumba en una cómoda camilla en una sala privada y tranquila. El masajista le proporcionará una sábana o toalla limpia para cubrir su cuerpo, excepto la zona en la que vaya a trabajar.

Antes de empezar el masaje, el terapeuta le preguntará por las zonas del cuerpo que le duelen o le molestan, así como por cualquier enfermedad o lesión que deba conocer. También le preguntará por sus preferencias en cuanto a la presión, por ejemplo, si prefiere una presión ligera, media o profunda.

Durante el masaje, el terapeuta utilizará diversas técnicas para manipular los músculos, como frotar, amasar o aplicar presión. También puede utilizar aceites o cremas para reducir la fricción en la piel y favorecer la relajación.

Es habitual que la gente se sienta relajada e incluso se duerma durante una sesión de masaje. Sin embargo, si siente algún dolor o molestia durante el masaje, es importante que se lo comunique inmediatamente al terapeuta para que pueda ajustar la técnica o la presión.

Una vez finalizado el masaje, el terapeuta saldrá de la habitación para que pueda vestirse en privado. Deberá sentirse relajado y renovado después del masaje, y es importante que beba mucha agua para ayudar a eliminar las toxinas que puedan haberse liberado durante el masaje.

La frecuencia de las sesiones de masaje puede variar en función de sus necesidades y objetivos individuales. Para algunas personas, un masaje mensual es suficiente para el mantenimiento y el alivio del estrés, mientras que otras pueden beneficiarse de sesiones semanales o quincenales.

Si tiene una lesión específica o dolor crónico, su masajista puede recomendarle sesiones más frecuentes para ayudarle a controlar los síntomas. Si lo que busca es relajarse y aliviar el estrés, puede que sólo necesite masajes ocasionales.

Es importante escuchar a su cuerpo y comunicarse con su masajista para determinar la frecuencia óptima de las sesiones de masaje para Usted. Además, tenga en cuenta su presupuesto y sus horarios a la hora de decidir la frecuencia de los masajes. En general, los masajes regulares pueden ser una adición beneficiosa a su rutina de autocuidado.

Sí, hay ciertas condiciones de salud que pueden impedirle recibir un masaje o requerir que su masajista modifique su técnica. Es importante informar a su terapeuta de masaje de cualquier condición médica, lesiones o preocupaciones que Usted tiene antes de su sesión para asegurarse de que es seguro y eficaz para Usted.

Algunas condiciones de salud que pueden impedir o requerir la modificación de un masaje incluyen:

Heridas abiertas o afecciones cutáneas: El masaje puede empeorar afecciones de la piel como eccemas, psoriasis o erupciones cutáneas. Además, las heridas o cortes abiertos pueden aumentar el riesgo de infección.

Enfermedades infecciosas: Si padece una enfermedad contagiosa como gripe, herpes labial o una infección cutánea, es mejor que pospongas el masaje hasta que dejes de ser contagioso.

Cirugías o lesiones recientes: Si ha tenido una cirugía o lesión reciente, es importante esperar hasta que su cuerpo haya tenido tiempo de recuperarse antes de recibir un masaje.

Coágulos de sangre: Si tienes antecedentes de coágulos sanguíneos o estás tomando anticoagulantes, el masaje puede aumentar el riesgo de desprender un coágulo y provocar un derrame cerebral u otras complicaciones graves.

Embarazo: Si está embarazada, es importante que informe a su masajista y busque un terapeuta con formación en masaje prenatal, ya que puede ser necesario evitar ciertas técnicas y puntos de presión.

Hipertensión o afecciones cardiacas: El masaje de tejido profundo puede aumentar temporalmente la presión arterial y la frecuencia cardíaca, por lo que es importante informar a su terapeuta si tiene alguna afección cardíaca o presión arterial alta.

Cáncer: Si tiene cáncer o está en tratamiento contra el cáncer, es importante que consulte con su médico antes de recibir un masaje para asegurarse de que es seguro y apropiado para su condición.

En general, es importante que hable claramente con su masajista sobre cualquier problema o afección de salud que tenga antes de la sesión para asegurarse de que sea segura y eficaz para usted.

La ropa que se ponga durante una sesión de masaje dependerá de sus preferencias personales y de su nivel de confort. Algunas personas optan por desnudarse completamente, mientras que otras prefieren dejarse puesta la ropa interior.

El masajista le proporcionará una sábana o toalla limpia para cubrir su cuerpo durante el masaje, excepto en la zona en la que vaya a trabajar. Esto ayuda a garantizar su intimidad y a mantenerle caliente y cómodo.

Si decide desnudarse, el masajista saldrá de la sala para permitirle desnudarse en privado y subirse a la camilla. Estará cubierto con una sábana o toalla en todo momento durante el masaje, excepto en la zona que se esté trabajando.

Si prefiere dejarse puesta la ropa interior, es importante que lleve ropa cómoda y que no sea muy ajustada, que le permita moverse con facilidad y acceder a la zona que se está tratando. Evite llevar ropa apretada o muy estrecha que pueda dificultar al masajista el trabajo eficaz de los músculos.

En última instancia, lo más importante es que se sienta cómodo y relajado durante la sesión de masaje. Su masajista trabajará con Ud. para asegurarse de que esté correctamente vestido y cubierto durante toda la sesión.

En general, no se recomienda llevar acompañante a la sesión de masaje, ya que puede distraerle tanto a Usted como al masajista. Durante su sesión de masaje, es importante tener un ambiente tranquilo y pacífico con el fin de relajarse por completo y permitir que su terapeuta para trabajar en sus músculos con eficacia. Además, la presencia de un acompañante puede comprometer su intimidad y dificultar que el terapeuta le proporcione un masaje seguro y eficaz. Sin embargo, si Ud. tiene alguna preocupación o circunstancias especiales, siempre es mejor comunicarse con su terapeuta de masaje de antemano para ver si se puede hacer algún acuerdo.

En mi práctica de terapia de masaje, entiendo que pueden surgir circunstancias imprevistas que pueden impedirle mantener su cita programada. Dicho esto, requiero al menos 24 horas de antelación para la cancelación o reprogramación de su cita. Esto me permite hacer ajustes en nuestro horario y ofrecer su horario a otro cliente que pueda estar en necesidad de mis servicios. En el caso de que no se presente o cancele tarde, me reservo el derecho de cobrar una tarifa de cancelación equivalente al coste total de su cita programada.

Entiendo que las emergencias pueden ocurrir, y haré todo lo posible para satisfacer sus necesidades si una cancelación de última hora es necesaria. Sin embargo, le pido que se comunique conmigo lo antes posible en caso de cancelación o cambio de horario. Respetando mi política de cancelaciones, me ayudas a ofrecer un servicio de calidad a todos mis clientes. Gracias por su comprensión y por elegir mi consulta para sus necesidades de terapia de masaje =)

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